Manuel Scorza: Héroe del silencio; héroe de leyenda
- Ágape Club Cultural
- 27 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Manuel Scorza es uno de esos escritores sin pelos en la lengua, agudos, mordaces, siempre ávido de generar la polémica y la confrontación con sus ideas. Eso le merece ahora ser uno de los autores más importantes de nuestra literatura, sin que nadie lo sepa o conozca casi.
Escribiendo esta introducción recordé algo que, a manera irónica quizá queda como ejemplo de lo dicho antes: en la entrevista que le brindó al programa "A fondo" de Joaquín Soler Serrano en 1977, Scorza contaba las historias que, el personero de la comunidad Agapito Robles le refería, y se las contaba con cierto grado de pena, ya que en algún momento decía, sobre uno de sus personajes: "Agapito es un hombre ejemplar, jamás pidió nada para él, y aún así quizá él no vea nunca este programa". Eso es lo que ahora le sucede a él.
Gran poeta, magnífico narrador, excepcional ser humano y colaborador con las causas del pueblo, no solo de sus obras, sino de cualquier parte donde el se encontraba, nos deja una riqueza técnica sumada a una claridad de estilo en el cual, como el mismo sostenía, aplicaba una forma lírica para acompañar sus relatos.
Si bien su muerte fue infortunada (el avión cayó por desperfectos, transportando a otro grande como Ángel Rama), como formador literario y de cultura en la sociedad peruana se le reconoce el mérito de formar un espíritu de mucha sensibilidad humana y nacional para los que leímos sus textos; por otro lado también el mérito de buscar el acercamiento de ese pueblo que tanto amo a la cultura con la edición de sus "populibros" al alcance de todos.
Endeudado hasta el cuello, con miles de problemas judiciales quizá por la misma irreverencia simbólica y sarcástica que mostraba en sus libros, ni aún así dejo de lado su carácter académico con la sociedad.
Hoy en el Perú existen grandes estudiosos de su obra como Mauro Mamani; se realizan sendos homenajes a su obra y su trayectoria en universidades y círculos de estudios; pero, y aquí es donde llora aún él, la historia de sus pueblos no llega al pueblo, y es ahí donde aún no sabemos como pagar esa deuda que contrajimos con uno de los escritores más importantes de la generación del '50, que es la de hacer conocer su tan querido Rancas a todo el Perú.

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