top of page

Albert Camus: entre la literatura y la filosofía

  • Foto del escritor: Ágape Club Cultural
    Ágape Club Cultural
  • 8 nov 2017
  • 5 Min. de lectura

Durante el siglo XX se reflejó en algunos países europeos un estado de pesimismo y confusión, ya que para la mayoría de los pensadores que vivieron durante este período, los acontecimientos que matizaron el contexto en el que se desarrollaron, justificaban la ansiedad más profunda. La Primera Guerra Mundial pareció el comienzo de una nueva “edad oscura” en la que Europa se transformó y una crisis generalizada sacudió todo el mundo, en el sector político, económico, social y cultural; luego, la embestida del fascismo, el nazismo y la caída del mundo en un segundo conflicto mundial, dejaban pocas esperanzas de que la civilización volviera por sus fueros. Este escenario forjó, en los escritores e intelectuales de la época, especialmente en los de lengua francesa, una forma distinta de ver el mundo. El acercamiento al ser humano y a su entorno, partió de un por qué, tácito o expreso, de los motivos que llevaron al hombre a tal barbarie. Esta inquietud tuvo la intensión de llegar al fondo de los problemas para encontrar un qué, un algo que le diera sentido a la vida, a pesar de la vacuidad operante en los distintos sectores de la sociedad. Precisamente es esta inquietud la que impulsa a los nuevos intelectuales a buscar una salida.

Con el siglo XX surgieron en Europa grupos de intelectuales y artistas, como los dadaístas y los surrealistas, que expusieron sus enfoques a través de manifiestos públicos; otros mantuvieron posiciones nihilistas, psicoanalíticas o existencialistas, casi siempre comprometidas políticamente. Filósofos y escritores forjaron sus textos entre las ruinas de imperios caídos, masacres bélicas o regímenes totalitarios.

Entre ellos aparece la figura de Albert Camus, un escritor formado en la periferia, que irrumpió con fuerza en los centros intelectuales europeos y marcó una huella que, a pesar del extenso tiempo transcurrido, aún permanece fresca.

A pesar de que el propio Camus declaró: “Yo no soy filósofo; no creo suficientemente en la razón como para creer en un sistema” (López, 1996:368), en el conjunto de su obra encontramos teorías y conceptos desarrollados con tal profundidad que reconocemos en él a un filósofo que divulga su pensamiento a través de diversos géneros literarios. Novelas, ensayos, artículos periodísticos y obras de teatro son el vehículo para trasmitir respuestas a las preguntas básicas que la filosofía ha intentado contestar a lo largo de la historia del pensamiento humano, ello porque consideraba que los grandes novelistas son novelistas filósofos, como Balzác, Sade, Melville, Sthendal, Dostoievski, Proust, Malraux, Kafka, por no citar más que algunos. Camus fue muy seguidor de todos estos novelistas, en especial de Kakfa, a quien consideraba como “un escritor de grandiosas y universales obras por simbolizar el rostro conmovedor del hombre que huye de la humanidadEs así como el escritor francés, al igual que Kafka,llegaría a ser considerado hoy en día uno de los más importantes y principales pensadores y literatos del siglo XX, con sus obras centradas principalmente en temas como el mal, el sentido de la vida, la existencia y la irracionalidad del mundo, demostrando así cultivar una literatura comprometida con los grandes problemas humanos.

Serán estos temas sumergidos dentro de sus obras el por qué muchos no consideren a Camus como un filósofo profesional, sino más bien como un literato con influencias filosóficas, encontrando en su obra una serie de ideas y conceptos de esta naturaleza, propios de un pensador profundo y no de un simple escritor. Si bien es cierto, Camus desempeñó una variedad de oficios, entre ellos el de periodista, dramaturgo y ensayista, entre otros, poseía una fuerte formación filosófica que le fue inculcada en sus primeros años de estudio. Lo que sucede con este pensador es quizá, lo que pasa con muchos otros: encuentran en el lenguaje y formas estéticas claramente literarias, el vehículo perfecto para transmitir sus profundas reflexiones. Esto se distinguió en Camus desde temprana edad. En la adolescencia leía algunos de los grandes autores ya mencionados, entre ellos Malraux y Dostoievski, los cuales influirán en su obra posterior. A ello se suma la complicada vida que le toco vivir: quedó huérfano de padre siendo muy niño, y fue educado por su madre en Argel en un ambiente obrero pobre. Esto influyó mucho en él, ya que Camus aprende ante todo del hombre, en la miseria del contexto social en el que nació, “no he aprendido la libertad en Marx… la he aprendido en la miseria. Nadie alrededor de mí sabía leer. Piense en lo que significa algo así” decía Camus. A pesar de las dificultades económicas consigue estudiar la carrera de Letras en la Universidad de Argel, pero deja los estudios por caer enfermo, viéndose obligado a ganarse la vida en mil oficios. Luego, trabaja dentro del periodismo. Se casa, pero su vida matrimonial dura poco tiempo a causa de la adicción a las drogas que tenía su esposa. A inicios de 1931, aparecen en Camus los síntomas de una tuberculosis que arrastrará toda su vida, incurable por aquel entonces; constatando así la soledad del hombre frente al sufrimiento y la muerte ante el silencio de Dios. Además Albert Camus se enfrentó a los grandes traumas históricos de su tiempo como la Liberación francesa, la Guerra Fría y la independencia de Argelia. Sin duda, todo esto influyó de gran manera, en la concepción que tenía Camus sobre el hombre, el mundo y la existencia, aspectos tan tratados dentro de sus obras.

Por supuesto que la obra es de una magnitud acotada, no olvidemos que Camus encontró repentinamente la muerte cuando sólo tenía 47 años. A los 28 años ya había escrito dos de sus obras más importantes, Calígula y El mito de Sísifo. Luego viene la época de esplendor con El extranjero, La peste, El hombre rebelde, La caída, y, un texto que dejó inconcluso, El primer hombre. En todas las obras literarias mencionadas, encontramos que los personajes principales (Meursault, Calígula, Rieux, Clamence) tienen una concepción sobre la vida y la existencia del hombre muy particular; consideran que la vida es insignificante por sí misma, y que la inexistencia de un significado supremo de la vida humana es una situación de regocijo y no de desolación, pues significa que cada individuo del género humano es libre para moldear su vida, edificándose su propio porvenir. Es decir, para ellos, la vida carece de un sentido, pero eso no significa que no valga la pena vivirla. Además, todos ellos tienen un comportamiento carente de esperanza en una vida más allá de la que viven, no creen en la trascendencia ni en Dios, sino que de cierta forma se rebelan y están siempre en lucha, consigo mismos, con la enfermedad, con la cultura, con la sociedad y con el mismo Dios.

Una de sus primeras novelas es El extranjero, donde el personaje principal, Meursault, es la encarnación de un hombre arrojado a una vida sin sentido, víctima de unos mecanismos sociales irracionales que hacen que se convierta en una persona insensible, indiferente y hasta casi despiadado. En La peste, que es la obra cumbre de Camus, Orán es una ciudad bloqueada que simboliza el mundo en el que se ve prisionero al ser humano indefenso ante el dolor y expuesto a todos los sufrimientos y calamidades; ante el silencio de Dios, Camus reclama una santidad sin Dios encarnada por dos inolvidables personajes, Rieux y Tarrou, que luchan contra la peste con base en una moral desprovista de esperanza. Por último, en Calígula, obra de teatro, vemos como el personaje principal, que lleva el mismo nombre de la obra, modelo de emperador justo, cambia radicalmente su conducta impactado por la muerte de su hermana y amante, Drusila. Desde entonces, obsesionado con la búsqueda de lo absoluto, envenenado de desprecio y horror, intenta ejercer su poder y libertad, a través del asesinato, la violencia y la destrucción. Es con las obras mencionadas anteriormente, que Camus se convierte en uno de los más importantes escritores de la literatura contemporánea francesa reflejando en sus obras todas las angustias y temores del hombre de mediados del siglo XX.


 
 
 

Comments


Featured Review
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.

© 2017 by Ágape Club Cultural

  • Facebook Social Icon
  • Google+ Social Icon
bottom of page