Arte divino: La Sixtina de Miguel Ángel
- Ágape Club Cultural
- 1 nov 2017
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La capilla Sixtina es la estancia más conocida del Vaticano y no es de extrañarse, pues es notorio su alto nivel artístico gracias a las pinturas de Miguel Ángel ahí presentes. A pesar de los años transcurridos después de su elaboración, estas siguen atrayendo a multitud de visitantes a la capilla, convirtiéndola en una de las obras cumbre de la historia de la pintura.
La decoración de la bóveda debía consistir en pintar a los doce apóstoles; sin embargo, Miguel Ángel exigió tener carta blanca en el diseño de la decoración. Así, él escogió escenas del Génesis como La Creación de Adán, La Relación de Dios con la Humanidad y La Caída del Hombre.
Miguel Ángel también recibió el encargo de decorar la pared del altar. En un inicio, el pintor rechazó la idea por las dimensiones que esta tenía, ya que él, sorprendentemente, se manifestaba mejor escultor que pintor, incluso llegó a sospechar que algunos de sus rivales había aconsejado al papa que le encargase un proyecto de tal magnitud para hacerle fracasar; pero, fue convencido al dársele carta abierta para pintar las escenas y figuras bíblicas que él creyera convenientes. Es así como nace El Juicio Final, inclinada ligeramente sobre el espectador provocando temor y respeto al poder de Dios.
Dentro de las pinturas, Miguel Ángel representó figuras desnudas lo que hizo que fuera acusado de “inmoralidad” y “obscenidad”, realizándose una campaña de censura en su contra para borrar su obra de arte. Lamentablemente, el aspaviento de los puritanos logró su cometido y años más tarde fueron cubiertos los genitales de la pintura por el artista Daniele da Volterra, al que éste trabajo, irrisoriamente, le hizo ganarse el apodo de “ El Pintacalzones".

Sin haber visto la Capilla Sixtina, uno
no puede formarse una idea apreciable de lo que
el ser humano es capaz de lograr.
Johann Wolfgang Goethe
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